Andrea Marín  

Desde muy joven sentí una profunda fascinación por el mundo del masaje, el bienestar y la belleza. Siempre he tenido una necesidad innata de cuidar a los demás, y con el tiempo entendí que mi lugar en el mundo está precisamente ahí: en acompañar a otros a reconectar con su cuerpo, soltar la tensión y recuperar el equilibrio.

Me considero una persona perfeccionista, intuitiva, curiosa y muy atenta a los detalles. Amo lo que hago, y no hay nada que me llene más que ver cómo, a través de mis manos, alguien encuentra calma, alivio y presencia.

Mi camino comenzó hace más de 15 años, con una formación en estética integral, balneoterapia y terapias manuales. Fue en los entornos de spa, aguas medicinales, aromas suaves y silencio reparador donde descubrí el poder transformador del tacto consciente.

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Pero el verdadero punto de inflexión fue mi viaje a Tailandia, donde me formé en masaje tradicional tailandés. Allí no solo aprendí nuevas técnicas, sino una manera distinta de entender el cuerpo, la energía y el propósito de tocar. Vivir esa experiencia desde dentro, junto a terapeutas locales, me marcó para siempre.

Comprendí algo que jamás olvidaré: cuando trabajas con amor y presencia, no necesitas palabras. El cuerpo lo siente, y responde.

Hoy, gracias a una formación continua y una trayectoria sólida, ofrezco sesiones personalizadas que integran diferentes técnicas —desde el masaje holístico al deep tissue, drenaje linfático, masaje tailandés o aromaterapia— adaptándome a las necesidades físicas, emocionales y energéticas de cada persona.

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Exhala es mucho más que un masaje.
Es un espacio de pausa, de escucha, de reconexión. Un momento solo para ti, donde puedes soltar, respirar y volver a casa.

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Será un placer compartir esta experiencia contigo.